Entre tantos piropos de cortejos, existen también los llamados piropos obscenos.
Que son realmente una ofensa a los oídos de una mujer y no tienen nada de halagador, pero, aun así, hay quienes los dejan salir. Estos suelen ser de carácter ofensivos, machistas y vulgares.
También los hombres hoy en día reciben todo tipo de piropos de parte de las mujeres en menor proporción por supuesto.
Te dejamos esta lista de piropos obscenos, con carácter de entretenimiento, nunca con el fin de promover esta costumbre y tipo de mensajes muchas veces abusivos de parte de ellos hacia ellas.
Piropos obscenos dichos en la calle
Los piropos obscenos de la calle no tienen límite. Algunos hombres son atrevidos por naturaleza en los trotes del amor, no se miden con los piropos creativos. Aquí te mostramos algunos de ellos:
- Ayer pasé por tu casa y me tiraste con una perla. Porque no me tiras la concha que no sé dónde ponerla
- Olvídame si no te sirvo, pero primero pruébame.
- Pelirroja, que linda salsa para mi fideo.
- Cada vez que te miro se me para… Se me para el corazón de la dicha.
- Con esa torta y un vaso de leche, hasta mi pajarito canta.
- ¡Mamacita! mucho sartén para tan poco huevo.
- En el salpicón de mi vida, tu papaya es mi fruta preferida.
- Quién fuese león de circo, para atravesar esa argolla ardiente.
Piropos obscenos de albañil
A lo largo de la historia el hombre ha buscado forma de ganarse el afecto, cariño y amor de una mujer.
El piropo es una de estas formas, desde aquel piropo tierno e inocente lanzado por un niño de 10 años, hasta aquel grosero y obsceno lanzado por un obrero de construcción.
- Quisiera ser baldosa y cuando pases mirar tu linda cosa.
- Te llenaré de mecánicos el taller.
- No tengo pelos en la lengua y me encantaría que lo comprobaras.
- Dame tu mano, dame tu corazón, vamos a la cama y empieza la diversión.
- ¡Hermosa! ¡Qué buena estas! ¡Seguro que sudas colonia!
- Eres más enrollada que las pelotitas de mis pinreles.
- Si me llamara Cupido te clavaba toda la flecha.
- Quien diga que el merengue es lo más dulce, es porque no ha probado tus labios.
- No te deseo buenas noches, porque conmigo si quieres la tendrás seguro.
- Por encontrarse con ese cuerpo merece la pena madrugar hasta cuando es lunes.
- Eres un problema de salud pública bonita, esos labios causan adicción.
- Preciosa, si fuera tu bicicleta no me saltaría ni un bache.
- Cuidado con mi abejorro preciosa, que le gustan las flores.
- Mejor que me des un mapa precioso, porque con tanta curva seguro que me pierdo.
- Cuando te pones delante no necesito escalera para subir al cielo.
- Eres como un pastel al que me gustaría comerle la guinda.
- A ver si llega el verano porque tanta ropa no te sienta bien.
- Viéndote imagino que te llamas Dulce y te apellidas Bombón.
- Menudo balcón que tienes entre brazo y brazo.
- Bombón tapa esa boca, que sólo con verla provoca.
- No duermas sola bonita, que yo cuido de tus sueños.
- Ven aquí preciosa y te enseño como se reparte alegría.
- Te invito a comer preciosa, yo soy el primer plato, el segundo y el postre.
- Aprovecha que estamos en rebajas y te dejo este cuerpo a mitad de precio.
- Falta algo en mi cama y ese algo eres tú.
Piropos obscenos y graciosos
¿Quieres que el amor de tu vida se derrita de pasión? Dile alguno de estos piropos graciosos en la guardia baja. Nada mejor que los piropos calientes para acrecentar el fuego de tu amor.
- Eres el combustible que alimenta el fuego de mi pasión.
- Si tu cuerpo fuera cárcel y tus brazos cadenas, qué bonito lugar para cumplir condena.
- Eres un caramelo de menta, caramelo por lo dulce, y menta por lo fuerte.
- Me gustaría ser caramelo, para disolverme en tu boca.
- Hoy dormirás con los ángeles y soñarás conmigo pero un día dormirás conmigo y soñarás con los ángeles.
- Yo por ti me derrito como un iceberg en un volcán en erupción.
- Me gustaría mirarte, me gustaría hablarte, me gustaría tocarte, pero lo que más me gustaría sería besarte.
- Cuando el diablo quiso inventar el pecado te creo a ti.
- Quién fuera agua para evaporarse, convertirse en nube y en invierno caer desde el cielo sobre tu cuerpo y recorrerlo por completo.
- Eres como el café: dulce, caliente y me quitas el sueño.
- Tus ojos son como sartenes nuevos, cada vez que me miras se me fríen los huevos.
- Yo quisiera ser sangre, para entrar a tu corazón… y salir por tu menstruación.