
Nos hacen sonrojar, nos hacen sonreír y algunos otros enojar. Llegan a ser románticos o hasta con un poco de picardía, para muchos es una manera de coquetear.
Y bueno pues ¿a quién no le gusta que le digan un buen piropo? Por ello, hoy te presentamos lo que son piropos albureros para toda ocasión. Desde el piropo celestial, el que es para enamorar, hasta aquel que nos hace ponernos colorados.

Piropos Albures Mexicanos
Los piropos con doble sentido son una forma peculiar del ser humano de mostrar su ironía y su humor personal usando el ingenio.
Existen piropos con doble sentido de muchísimos temas diferentes y estas nos ayudan a sintetizar de forma muy breve una gran cantidad de pensamientos o emociones. El doble sentido, en la gran mayoría de los casos, alude al sexo.
Algunos son muy divertidos y otros están llenos de mucho, mucho amor:
- Donde pongo el ojo, pongo la vara.
- No sacudan tanto el chile, que se riega la semilla.
- No importa lo grueso, sino lo travieso.
- Más vale prevenir que la mentársela.
- No sacudas la cuna, que despiertas al niño.
- Atrás se pide, pero por delante se despacha.
- Te cabe toda la razón. Tienes toda la razón adentro.
- No se apene, pásele joven.
- Aquí huele a azucena.
- Si sientes feo cuando me voy ¿Qué sientes cuando me vengo?
- No me agarren el chiquito por que empieza a chillar.
- Vamos a meterle el muñequito a la rosca.
- Ya se descongeló el bistec.
- ¿En las taquerías, comes parado?
- Tela Comex.
- No se hablan, pero sí juegan.
- No salgas, yo te chiflo.
- Yo no soy su pariente, pero vengo atrás de usted.
- Recuerdo que la experiencia la agarraste de grande.
Piropos doble sentido fuertes
Estos piropos de doble sentido, son algo fuertes pero muy graciosos.
Algunos lo ven como un mal, como una falta de seriedad constante, lo cierto es que el doble sentido es parte de nuestro día a día. Conoce los piropos como forma de expresión de hombres y mujeres:
- No seré músico, pero si quieres te toco.
- No seas racista y acepta mis negras intenciones.
- Te voy hacer el amor tan rico que me vas a pedir la receta.
- Si Santa no te trajo nada recuerda que yo te traigo ganas.
- Quien fuera mecánico, para encontrarte fallas donde no las hay.
- Quiero exprimirte hasta la última gota.
- En el salpicón de mi vida tu plátano es mi fruta preferida.
- Quisiera ser bruja para echarte un hechizo y ser dueña de tu chorizo.
- Me encanta cuando te veo venir y no precisamente caminando.
- Quien fuera director de orquesta para moverte la varita.
- Quien fuera cereal para que me llenaras de leche.
- ¿Estás en obras? Porque tienes un polvazo que no veas.
- Quien fuera vampira para que me clavaras esa estaca.
- Papito, si necesitas afilar el lápiz, aquí está tu sacapuntas.
- Si fueras comida serías un chile. ¡Por lo picante de tu mirada!
- Quisiera que fueras mi almohada… para abrazarte, babearte y ponerte entre mis piernas.
- Esa banana esta para comérsela.
- Yo tan mojada y tú con tremendo paraguas.

Piropos de doble sentido sexuales
Por más que algunos hombres insistan en que gritar piropos es algo poético y cultural, lo cierto es que muchas veces se cae en la ofensa y resulta muy incómodo para las mujeres.
Es por eso que hemos decidido rescatar algunos conocidos, y muy ordinarios, piropos populares y les hemos cambiado ciertas palabras para que pudieran ser considerados como algo que de verdad engrandezca la belleza de las mujeres y no que las pongan en vergüenza.
- Quisiera ser mariachi para tocarte todas Las Mañanitas.
- Quién fuera una lágrima para entender cada una de tus miradas.
- Deseo sentirte en mis labios, notar tu líquido, saborear tu cuerpo… ¡Necesito un refresco!
- Entre más grande el racimo, más pequeño es el banano.
- No cierres tus piernas a quien abrió las puertas de tu corazón.
- Regálame tu pajarito para juntarlo con mi calandria.
- Las rosas son rojas, el viento las mueve. Yo seré el seis y tú el número nueve.
- Te has cruzado por aquí y se me olvidó a dónde iba.
- Fuiste rey en sueños y mendigo en la realidad.
- El matrimonio es una buena institución, pero no estoy preparado para un régimen.
- Si fueras fontanero, te invitaría a mi casa para que me tapes el agujero del agua.
- Me prestas un beso, te juro que te lo devuelvo.
- Es de mago hacer magia con los dedos, sin usar la varita.
- Sabías que mi peso ideal es contigo encima.